Spoiler: no todo se trata de piel bonita. A veces, tu mayor transformación empieza en el lugar más invisible: tu intestino.
Vivimos con inflamación, hinchazón, digestiones lentas, fatiga crónica. Pensamos que es normal. Que es la edad, el estrés o la comida.
Pero hay algo más profundo: tu intestino está dañado. Y el colágeno puede ser el parche natural que necesitabas.
🧬 ¿Qué tiene que ver el colágeno con tu digestión?
Mucho más de lo que imaginás.
El colágeno forma parte del revestimiento del tracto digestivo.
Sí, ese tubo por donde pasa todo lo que comés y que absorbe los nutrientes que te mantienen vivo.
Cuando esa pared intestinal está inflamada o "agujereada", aparecen los problemas:
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Mala absorción de nutrientes
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Intolerancias alimentarias
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Infecciones frecuentes
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Hinchazón, gases, estreñimiento o diarrea
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Cansancio sin razón aparente
El colágeno ayuda a reparar y fortalecer esa barrera interna, devolviéndole integridad a tu sistema digestivo.
🧪 ¿Qué dice la ciencia?
Estudios muestran que la glicina y la glutamina —dos aminoácidos presentes en el colágeno— tienen un efecto positivo en:
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Reducción de la permeabilidad intestinal (síndrome de intestino permeable)
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Regeneración de la mucosa gastrointestinal
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Reducción de la inflamación en personas con colitis o enfermedad de Crohn
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Mejora general de la digestión y el sistema inmune
🍵 ¿Qué podés hacer?
Empezar por nutrir tu intestino desde adentro.
Una cucharada diaria de colágeno natural en ayunas o con tu comida puede marcar una diferencia real en cómo te sentís.
💡 ¿El colágeno mejora tu digestión?
Sí. No es un laxante ni un “detox” con marketing.
Es soporte estructural para tu segundo cerebro: el intestino.
👉 Pedilo hoy. Sentí la diferencia desde adentro.
Porque cuando tu intestino funciona, todo lo demás también.